La falta de consideración hacia los adultos mayores no es un fenómeno sorprendente en México, donde se denuncian constantemente casos de abandono por parte de sus propios hijos, quienes no dudan en dejarlos en la calle.
Sin embargo, la historia compartida por Cristian Michell, conductor de Uber y popular tiktoker, es devastadora para aquellos con la empatía suficiente para comprender la gravedad del abandono de los ancianos.
«Me acaban de solicitar un servicio de Uber, adivinen para qué, para llevar a una viejita a un asilo», comienza su relato en tres videos.
Michell relata que eran las diez de la mañana mientras se disponía a desayunar, pero se dio cuenta de que no había apagado la aplicación de Uber. En ese momento, recibió una alerta de un viaje que no podía rechazar sin sufrir penalizaciones.
«Fui a recoger a mi cliente y cuando llego a la casa, veo a una viejita sentada afuera con cinco bolsas negras. Esperé a que saliera mi cliente, me subí al auto y la viejita que estaba afuera, sentada en la banqueta, de repente empecé a notar que se secaba la cara».
Cuando volteó, vio que la anciana estaba llorando y secándose la nariz con su mandil. Además, desde la ventana de una casa de dos pisos, observó a alguien mirando. Recibió un mensaje que decía: ‘No voy a salir, llevarás a una persona que está afuera’, describiendo a la mujer sentada en el exterior de la casa.
Cristian se acercó a la anciana y le dijo que la llevaría a su destino. En ese momento, la mujer comenzó a llorar aún más, lo que alarmó al conductor, quien no dudó en preguntar qué estaba sucediendo.
«Es que no me quiero ir, solo me hice pipí. No he hecho nada malo, dile a mi hija que no he hecho nada malo, si quiere, puedo lavar mi ropa», respondió la abuelita entre lágrimas.
Cristian colocó las pertenencias de la mujer en el maletero del automóvil y notó que seguía mojada, por lo que le ofreció una toalla de gimnasio para que pudiera sentarse en el vehículo.
