La sauna se ha popularizado como una alternativa para la relajación; sin embargo, más allá de esto, parece tener otros beneficios sobre la salud.
¿Para qué sirve la sauna?
Los seres humanos somos homeotermos, es decir, la variación de temperatura externa no nos suele afectar. Esto se debe a que el cuerpo tiene mecanismos que le permiten mantener su temperatura interna en niveles estables.
Una vez dentro del sauna, dichos mecanismos salen a flote, ya que hay un aumento de la temperatura exterior. Entonces, el cuerpo actúa de la siguiente manera:
Vasodilatación cutánea: hay un aumento del diámetro de los vasos de la piel. Esto permite que haya más flujo sanguíneo en ella y que la sangre pueda estar más en contacto con el exterior.
Aumento de la sudoración: por los poros de la piel, se expulsan pequeñas cantidades de agua y sales para refrescar el cuerpo. Además, se eliminar el calor mediante la evaporación.
Aumento de la respiración: incrementa la evaporación de agua que humedece las vías aéreas y disipa el calor.
Beneficios de la sauna para la salud
La circulación sanguínea aumenta y proporciona alivio a los músculos tensionados, sobre todo, del cuello y la cabeza.
Esta relajación puede verse intensificada si en las sesiones de sauna se practican ejercicios de meditación. Además, este estado de calma puede persistir en el tiempo, lo que ayuda a dormir mejor.
Fuente: Agencia de Noticias