Todos somos conscientes de los riesgos que conlleva un excesivo consumo de alcohol. Sin embargo, no es hasta que su efecto se manifiesta en el organismo, ya sea a causa de la embriaguez o de la resaca.
Lo primero que hay que entender es cómo se metaboliza este compuesto en nuestro sistema. “El alcohol etílico, como conocemos al alcohol que se consume normalmente, se metaboliza principalmente en el hígado, donde varias proteínas llamadas enzimas se encargan de transformarlo en acetaldehído y, finalmente, en acetato, pudiendo usarse como fuente de energía, pero al mismo tiempo produciendo múltiples efectos metabólicos nocivos”, explica especialista en medicina interna. El experto aclara que una pequeña proporción del alcohol se elimina a través de la orina, el sudor y la respiración.
Sobre los elementos que condicionan la velocidad de absorción del alcohol son varios. El primero de ellos es la cantidad de alimentos que se hayan ingerido, otro factor a considerar es el hecho de consumir alcohol con bebidas carbonatadas como la Coca-Cola. Estas aumentan la velocidad de absorción, o sea, que subirá la cantidad de esta sustancia que entra en el cuerpo.
Sin embargo, las personas que practican deporte suelen tener mayor masa muscular y, por tanto, mayor agua en los tejidos y menor tejido graso, diluyéndose más en el organismo y presentando menores niveles de alcohol en sangre.
Fuente: Agencia de Noticias