- Auto crítica excesiva: ser demasiado duro contigo mismo y centrarte en tus defectos en lugar de tus fortalezas.
- Perfeccionismo: sentir que tienes que ser perfecto en todo lo que haces y no permitirte cometer errores.
- Negatividad constante: enfocarte en lo negativo y no apreciar las cosas positivas en tu vida.
- Comparación constante con otros: compararte constantemente con otros y sentir que nunca eres suficientemente bueno.
- Falta de auto cuidado: no hacer nada por cuidar de tu bienestar físico, emocional y mental.