Un estudio del Journal of Pineal Research encontró una de las causas más comunes por las que nos cuesta conciliar el sueño. Todo se debe a la luz del día.
En la investigación, que se hizo entre 507 estudiantes de la Universidad de Washington, se encontró que tardaban más en dormir cuando la luz natural estaba limitada.
Durante invierno, los estudiantes recibieron menor exposición al sol, lo que los hizo dormir 35 minutos más tarde y despertarse 27 minutos tarde en la mañana, en promedio.
No solo basta con exponerse a la luz natural, sino saber en qué momento del día hacerlo.
«La luz en el día, especialmente en la mañana adelanta el reloj circadiano, por lo que nos cansamos más temprano en la noche, pero la exposición a la luz tarde en el día o temprano en la noche retrasará el reloj».
Es decir, levantarnos temprano y tomar al sol de forma natural en la mañana e ir reduciendo la exposición a luces fuertes mientras se acerca la hora de dormir.
Fuente: Agencia de Noticias