El Gran Premio de Emilia-Romaña, que debía celebrarse en el circuito de Imola como sexta prueba del Mundial de Fórmula 1, ha sido cancelado debido a la situación generada por la emergencia climática que vive la región.
El vicepresidente del Gobierno italiano y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, consideró que era «oportuno aplazar el Gran Premio» para centrar la atención en las tareas de rescate.
La decisión fue tomada por la organización del Mundial después de conversaciones con las autoridades competentes y los promotores, y se debió a que no era posible celebrar el evento con seguridad para los aficionados, equipos y personal.
La organización del Mundial envió sus pensamientos a las personas afectadas por los recientes acontecimientos en la región y rindió homenaje a la labor de los servicios de emergencia.