Trabajadores del Cablebús colocaron en la entrada de la Línea 1 dos maniquíes que simulaban ser cadáveres embolsados, como “adornos” para Día de Muertos y Halloween.
Asimismo, la taquilla de la estación, ubicada en la zona de Cuautepec de Madero, en las faldas del cerro del Chiquihuite, fue adornada con el típico papel picado de las ofrendas.
Los hechos causaron indignación entre los usuarios, algunos señalaron que se trató de “mezquindad, ignorancia y poca empatía”, mientras que otros lo calificaron como algo “grotesco”.
Tras la polémica, el Cablebús ofreció una disculpa, por lo que se solicitó su retiro de inmediato.
Fuente: Agencia de Noticias