La Policía ha informado que el número de presuntos miembros de una secta cristiana que fallecieron por ayuno hasta la muerte en el bosque de Shakahola, en el sur de Kenia, ha aumentado a 150. Las excavaciones continúan en busca de más cuerpos. Además, 72 personas han sido rescatadas con vida hasta la fecha y un total de 594 familias han registrado a sus seres queridos como desaparecidos.
Las autopsias han revelado que algunos de los cuerpos presentan signos de estrangulamiento y asfixia, lo que sugiere que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo. El líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie Nthenge, ha sido detenido junto con su mujer y otros 16 sospechosos.
El presidente de Kenia, William Ruto, ha nombrado una comisión de investigación para esclarecer los hechos y determinar las posibles negligencias administrativas o de seguridad que se produjeron.