Un estudio realizado por especialistas de Suecia indicó que demasiada actividad física de alta intensidad podría afectar el funcionamiento celular. Además, otros científicos están investigando por qué el ejercicio excesivo puede provocar fracturas por estrés, falta de sueño y otros problemas de salud.
El ejercicio regular ayuda a prevenir o manejar muchos problemas y preocupaciones de salud. También puede ayudar a mejorar la función cognitiva y ayuda a reducir el riesgo de muerte por todas las causas.

Aún cuando se lleva a cabo una actividad física normal se producen daños en el cuerpo y se genera un proceso de curación. El ejercicio provoca microdesgarros en los músculos y microfracturas en los huesos, lesiones que provocan una respuesta inflamatoria que, si se les da el tiempo suficiente, reparará el daño.
Algo que ya es conocido por los científicos es que, en los casos de personas con escaso entrenamiento, hacer un gran esfuerzo físico para el que no están entrenados, puede provocar rabdomiólisis (rabdo), una afección médica grave en la que los músculos dañados liberan sustancias en la sangre que pueden dañar el corazón y los riñones.




De acuerdo con un estudio de la Escuela Sueca de Ciencias del Deporte y la Salud realizado en 2021, publicado en la revista Cell Metabolism, el ejercicio excesivo perjudica el funcionamiento de las mitocondrias, las estructuras celulares que utilizan el oxígeno para generar energía. Ese impedimento podría ser la razón por la cual el ejercicio excesivo puede provocar fatiga extrema y disminución del rendimiento.
Uno de los aspectos que los científicos suecos están estudiando es por qué el entrenamiento afecta a las mujeres de modo diferente que a los hombres. Esto permitirá adaptar los ejercicios y realizar recomendaciones más certeras.
Fuente: Agencia de Noticias