En un impactante revés para la ambición lunar de Rusia, la sonda espacial Luna-25 ha protagonizado un dramático choque con la superficie lunar, dejando a la comunidad científica y al mundo boquiabiertos. El anhelo de «conquistar» el Polo Sur de la Luna se vio oscurecido por este desastroso error de cálculo, que puso fin a la misión antes de que pudiera alunizar.
El accidente ocurrió el 19 de agosto, un día que quedará grabado en la historia espacial rusa. A las 3 de la tarde, hora de Moscú, se perdió la comunicación con la sonda Luna-25. La causa del choque catastrófico fue un mal cálculo de los parámetros de impulso, lo que llevó a la sonda a desviarse de su órbita planificada y chocar directamente con la superficie lunar.
La Roscosmos, la Agencia Espacial Rusa, ha admitido abiertamente su fracaso en esta misión crucial. Después de una búsqueda en vano durante los días 19 y 20 de agosto, finalmente anunciaron que la sonda había «dejado de existir como consecuencia de la colisión con la superficie de la Luna». Esta triste noticia no solo significa un duro golpe para la agencia espacial rusa, sino también un retroceso en la carrera lunar global que involucra a países como China, Estados Unidos y otros.
La sonda Luna-25 fue lanzada desde el cosmódromo de Vostochni el 11 de agosto, con la esperanza de demostrar una tecnología de alunizaje y buscar evidencia de agua congelada en la Luna. Su objetivo original era tocar la superficie lunar el 21 de agosto, pero este sueño se desvaneció en un choque inesperado.
La triste ironía no pasa desapercibida, ya que esta no es la primera vez que la humanidad falla en su intento de llegar a la Luna. Recordemos la misión japonesa Hakuto-R en abril de este año, que también perdió contacto «a centímetros» de alcanzar su destino. Parece que nuestro satélite natural no está dispuesto a ceder fácilmente su misterio y esplendor.
La Roscosmos ha anunciado que se formará una comisión interdepartamental para investigar las causas de esta trágica pérdida. Mientras tanto, Rusia enfrenta la inminente salida de la Estación Espacial Internacional en 2024, lo que añade presión a su urgencia por mantener su presencia en el espacio.
Este sombrío episodio, marcado por un error humano en el cálculo de las fuerzas cósmicas, nos recuerda que incluso en la era de la exploración espacial, la ciencia y la tecnología aún deben someterse a los caprichos y desafíos del vasto universo que ansiamos comprender y conquistar.
Fuente: Agencia de noticias