Entender el lenguaje corporal te ayuda a comprender mejor los deseos de las personas, y sí, cuando digo deseos me refiero a que realmente queremos, a veces deseamos algo pero no sabemos cómo pedirlo y por ende no lo obtenemos y nos frustramos.
Al conocer cómo habla el cuerpo podemos leer la mente de las personas y saber lo que quieren y satisfacerlo, eso hace que logremos la aceptación y aprobación de la persona y como consecuencia todo lo que le pidamos, bueno casi todo.
Las palabras mienten, las acciones no y desarrollar esta habilidad nos ayuda a lograr metas y objetivos como: cerrar un trato, un buen «deal» una venta, una novia o novio, el auto de papa, en fin si no ponemos atención en lo que el cuerpo refleja nos será más difícil lograr lo que queremos.
La ciencia dice que el cuerpo y la mente están unidos, la mente refleja lo que el cuerpo siente, pero también el cuerpo proyecta el interior de la mente.
Cuando tu mejor amigo comienza a actuar de forma extraña lo notas, por que por mucho tiempo has estudiado su lenguaje corporal, sabes cómo reacciona, es como cuando tus papas siempre saben lo que sientes y por eso siempre saben cuando mientes. o por ejemplo, cuando tienes miedo lo reflejas con tu estado emocional
Tenemos que saber que del 100% de un mensaje, el lenguaje verbal es el 7%, la voz el 38% y la imagen y lenguaje no verbal (postura movimiento) son el 55% más de la mitad del mensaje está en la imagen y el lenguaje no verbal.
Es importante saber que el lenguaje corporal no es como un diccionario, que buscas una descripción y tiene un significado, la mayor parte de las veces tiene una relación al contexto de la persona por ejemplo el mito de que cuando mueves mucho las manos mientes es falso, tiene que ver con las emociones que estás viviendo en ese momento (la ansiedad, tensión estres, alegría, euforia, etc.)
Sin embargo, hay algunos de los gestos o movimientos más comunes de identificar que otros como por ejemplo los que se relacionan con la mentira, como taparte la boca, oreja, nariz, cabello o no ver a los ojos, pero de esos hablaré en la siguiente columna.
