Lygia Fazio, una reconocida modelo brasileña de 40 años, perdió la vida trágicamente después de someterse a una peligrosa cirugía clandestina para aumentar el tamaño de su trasero. Esta situación pone en evidencia los riesgos que conllevan los lugares no regulados y que no cumplen con las normas de salud establecidas por los ministerios de algunos países.
Según información reportada por Daily Star, la modelo compartió en sus redes sociales con sus 941 mil seguidores que optó por realizar la operación en un lugar clandestino, debido a que era más económico y rápido.
Lygia reveló que se sentía presionada como modelo para tener unos glúteos «impresionantes» y, aunque ya tenía un tamaño adecuado, decidió agrandarlos aún más debido a la insatisfacción de su novio con los resultados de su primera cirugía.
«Como trabajo como modelo, todas querían tener un trasero más grande que las demás. Y esto fue lo que sucedió: me miré en el espejo, tenía un trasero pequeño y quería realzarlo. Mi novio dijo que ‘un trasero grande es mejor’, así que fui a un lugar clandestino, me lo hice y creció», explicó la modelo.
Desafortunadamente, después de unos días de la intervención, en la cual se utilizó silicona de baja calidad, el material comenzó a desplazarse dentro de su cuerpo y se infectó. Aunque los médicos intentaron extraer los restos del material, ya era demasiado tarde.
La infección se propagó rápidamente, causándole un derrame cerebral que la mantuvo hospitalizada durante 3 semanas. Trágicamente, después de ese tiempo, Lygia falleció.
Esta triste historia nos recuerda la importancia de acudir a profesionales certificados y lugares regulados para cualquier tipo de procedimiento quirúrgico. No vale la pena arriesgar nuestra vida y salud por opciones más económicas o rápidas. Siempre es fundamental priorizar nuestra seguridad y bienestar.
