El miedo se enfoca en el cuerpo y las conductas que se emplean tienen que ver con la relación que la persona tiene con la comida.
Algunas personas que la padecen tienen a desarrollar un “desprecio a las personas gordas; les recuerda aquello que rechazan y les asusta”. Asimismo, pese a no estar ligada en exclusiva a un género, tienden a sufrirla más las adolescentes.
Qué incita la aparición de la obesofobia
“En la adolescencia», comienza, «lo más importante es la pertenencia al grupo, si la delgadez se entiende como belleza y éxito y, nuestro cuerpo no cumple esos cánones incitará el rechazo hacia el propio cuerpo por parte de muchos adolescentes.

Asimismo, este tipo de fobias suelen desarrollarse en personas ansiosas, perfeccionistas y muy exigentes.
¿Qué síntomas puede tener una persona que la sufre?
La persona que la padece tiende a llevar un control en su alimentación, es decir, el contaje exhaustivo de las calorías y la mejor forma de comer para no engordar. De la misma manera, puede hacerse especialista en dietas porque va probándolas todas; nunca le satisfacen por completo.
Al mismo tiempo, puede tener una imagen corporal algo distorsionada, lo que promueve que se vea «gorda». También, suele estar obsesionada por el ejercicio y tiende a practicarlo hasta el agotamiento.

Y puesto que el peso se convierte poco a poco en su única preocupación, se aíslan de personas que tengan otros intereses.
Fuente: Agencia de Noticias