Trata, de un problema que afecta al tallo del pelo, que es una estructura compuesta por una corteza (hecha principalmente de queratina), “como la de un árbol”, y rodeada por una cutícula que la protege. Estos elementos confieren al tallo piloso la flexibilidad y resistencia a los agentes externos que precisa, excepto cuando hay algún defecto.
Frecuencia y evolución del síndrome
Es muy poco frecuente, pero pertenece a un grupo más amplio de afecciones, las displasias pilosas, que son alteraciones del tallo que pueden estar provocadas por factores ambientales o por mutaciones genéticas. En esta entidad únicamente se ve afectado el pelo de la cabeza, que adquiere una apariencia seca y de color claro.
Casi todos los afectados son niños y en muy pocas ocasiones está producido por alguna agresión externa sobre el pelo. Es algo inherente, es decir, presente desde el nacimiento. De hecho, se han descrito varios genes relacionados con este síndrome.
Tratamientos más eficaces
Las opciones disponibles tienen una eficacia limitada. “Los productos con piritiona de zinc, que son los champús anticaspa de toda la vida, mejoran un poco, pero no gran cosa”.
Esta afección capilar: tiende a mejorar de forma significativa con el tiempo. “A medida que estos niños crecen, hay una tendencia hacia la mejoría espontánea; tras la adolescencia, los pelos suelen tranquilizarse un poco y ponerse en su sitio”.
Fuente: Agencia de Noticias