Steve Jobs, el legendario cofundador de Apple, siempre fue conocido por su exigencia y perfeccionismo en el trabajo. Una de las anécdotas más destacadas sobre su estilo de liderazgo ocurrió en una Apple Store en Palo Alto, California.

Según los informes, Jobs visitó la tienda después de su apertura y quedó impresionado por el diseño y la estética del lugar. Sin embargo, al caminar por la tienda, notó que el suelo estaba sucio y no cumplía con sus altos estándares de limpieza.
En lugar de simplemente ordenar a los empleados que limpiaran el suelo, Jobs les dio una sorprendente orden: debían pasar la noche limpiando todo el suelo de la tienda, puliendo cada uno de los azulejos hasta que estuvieran perfectamente limpios.
Los empleados, sorprendidos por la inesperada orden, aceptaron el desafío y pasaron la noche trabajando incansablemente para limpiar la tienda.
Este episodio refleja el compromiso de Steve Jobs con la excelencia y su enfoque en los detalles más pequeños. Para él, cada detalle importaba y debía ser perfecto. Esta mentalidad fue un factor clave en el éxito de Apple y en la creación de productos innovadores y de alta calidad.
La historia de la noche en que Steve Jobs ordenó a los empleados de una Apple Store limpiar el suelo sigue siendo recordada hoy como un ejemplo del compromiso inquebrantable de Jobs con la excelencia y la perfección en el trabajo.